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Agradecimiento a la Dra. Di Cosimo

A veces las relaciones más ocasionales son las que nos dejan más huella.
La relación que se establece entre enfermo y médico es de una riqueza inaudita. Tienen que aprender a conocerse para lograr el milagro de la curación.
La enfermedad está llena de esos minúsculos dramas personales, que seducen por su sencillez , su sinceridad y su inconmensurable humanidad.
He vertido muchas lágrimas minúsculas y amargas pero la mayor parte del tiempo creo haber tenido agallas y una fortaleza interior, de origen desconocido.
El Dr. Baselga me dijo que me llevaría mi caso su ‘mano derecha’ y una de las mejores Oncólogas de Europa. Eso me generó mucha confianza. Quizás esa fortaleza vino del convencimiento de estar en las mejores manos médicas.

Y de repente te preguntas: ¿de modo que hablamos de perder la vida? Una vida que vives sin tener ningún temor a perderla y poco a poco, desperdiciando la apreciación de los grandes milagros de la naturaleza.

El Cáncer te daña, te angustia, te duele, pero también te enseña. Aprendes a apreciar las cosas más increíbles del Cosmos, de la naturaleza, de las reacciones del ser humano. Te enseña a separar el grano de la paja. Los olores son diferentes y mucho más intensos al igual que las percepciones.
Aprendes que todo puede acabar en un momento donde te creías totalmente feliz y sano, cuando estabas disfrutando de la vida.
Y no seriamos demasiado listos si todo este aprendizaje se olvidara. Analizas lo que has hecho hasta el momento y lo que quieres hacer. Y entonces, Pam! Te sientes tranquilo, y con una seguridad en ti mismo que jamás habías sentido ni imaginado. No piensas en vivir con miedo, solo con mucha intensidad, sin desperdiciar nada y ni un minuto.
De repente te encuentras anhelando y actuando para realizar y alcanzar metas que siempre habías dejado para ‘el futuro’.
Y desde que se diagnosticó la enfermedad me digo:
¡Vamos! ¡Hay que vivir, Anna!, ¡ Hay que vivir, caramba!

Y te encuentras con la Dra. Di Cosimo, que seduce por su sencillez , su sinceridad y su inconmensurable humanidad..
Posee un agudo sentido de la observación de la fragilidad del ser humano, del delicado equilibrio entre la felicidad y la desesperanza, y entre sentimientos y las palabras para contarlo.

Y ahora, gracias a ella celebro ‘La Felicidad’ de estar con quien de verdad es importante y ya distingo los días unos de otros.

Gracias de todo corazón Serena. Cuentas con una gran admiradora, con una total devoción por ti. ¡¡¡¿Cómo te puedo agradecer la vida?!!!.